El próximo lunes, en Posadas, se realizará la entrega de la Distinción “Marta Teodora Schwarz, El Ángel de la Selva” – Edición 2021 – a las mujeres destacadas por su labor en beneficio de la salud. La doctora Olga Der Torossian será reconocida post mortem.
Olga Elsa Der Torossian, nació el 18 de septiembre de 1937, junto a su familia vivió en José mármol y finalmente en Adrogue, partido de Almirante Brown, Buenos Aires. Era la tercera de las tres hijas mujeres de Benjamín y Rosa Der Torossian, inmigrantes armenios, sobrevivientes del holocausto que llegaron a la Argentina en la bodega de un barco, en la pobreza y con desconocimiento absoluto del idioma. Olga admiraba a sus padres y siempre se preguntó cómo habían hecho para darle un título. Su llegada marcó la etapa de bienestar y bonanza en la familia. Con ella simbólicamente, florece el progreso de la familia y que a lo largo de su vida transmitió esfuerzo y superación. Ella era así, PROSPERIDAD.
Estudio medicina en la UBA donde se recibió en el año 1968 y realiza la residencia médica en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires, en el Hospital de Avellaneda de donde egreso en 1972 con el título de Clínica Médica y Cardiología. Durante su residencia hace una rotación en Comodoro Rivadavia donde entiende el espíritu provinciano y a su gente. Ella era así, PERSEVERANTE.
Tras la Inauguración del Hospital SAMIC llega a Eldorado en mayo de 1972. En ese momento concursó y ganó la jefatura de clínica médica del SAMIC. Participó en 1973 de la Creación del sistema de Residencias Médica, primero en la Provincia y luego en el Litoral Norte. Con su sapiencia clínica y su manejo tan particular, sin renunciamiento a humanizar la medicina, orienta y enseña con la palabra y el ejemplo a generaciones de médicos Residentes que siempre la recuerdan con admiración, cariño y respeto. Demostrando una profundidad humana sin igual. Ella era así, GENEROSA.
En desacuerdo con la gestión y fiel a sus principios renuncia al cargo y pasa a formar parte de la sociedad del Sanatorio Buddenberg. Ella era así, DE PRINCIPIOS E IDEALISTA
En la dictadura durante la represión, por su exquisita sensibilidad con los humildes y su fidelidad con los amigos no reparó riesgos en asistir a los afectados por detenciones clandestinas, amigos o simplemente pacientes. Fue señalada como una izquierdista o socialista, pero nunca eludió el peligro por lealtad a sus convicciones y a la amistad; siguió adelante. La incondicionalidad fue uno de sus rasgos distintivos, un atributo que siempre demostró. Ella era así, LEAL.
Durante el conflicto de Malvinas, la comunidad reunía fondos para contribuir a la causa. Ella no lo hizo, no estaba dispuesta a aportar ningún bien para una guerra, sin embargo, dedicó horas a atender a las madres y familiares directos sin costo alguno. Ella era así, PROFUNDAMENTE HUMANA
Por el año 1983 asumió como directora de cultura de la Municipalidad de Eldorado, durante la intendencia del Dr. Horst Buddenberg. Ya en democracia con el Dr. Juan Carlos Hobecker. Entre las actividades realizadas, trajo a la ciudad de Eldorado a la Camerata Bariloche, al Cuarteto Zupay, entre otras celebridades de entonces. Comprometida con el cargo y con su sentir de justicia social y con la dignidad como bandera supo llevar adelante una gestión implacable, al finalizar entregó a la municipalidad de todo el material que había en su resguardo. Dignificó la función pública. Ella era así, DECENTE. HONRADA
En la década del 80 fue electa Consejera en la Cooperativa eléctrica de Eldorado, deseaba poner un granito de arena pensando en mejorar el manejo de recursos y de servicios para los asociados. Pero en desacuerdo con ardides y viendo el grado de fermentación política, decidió renunciar. No le cabía la corrupción. Ella era así, ÍNTEGRA.
Fue auditora médica de la obra social de los Bancarios, también de ISSARA que derivó en OSPRERA donde se jubiló, y del Instituto de Previsión social, IPS, filial Eldorado y finalmente en Montecarlo donde estaba cumpliendo funciones, obstinada en el resguardo de los recursos de los afiliados, en especial de las mujeres que en algún momento le valió una denuncia de un colega por no autorizar aquellos pedidos que consideraba mercenarios; cuando presentó la renuncia no fue aceptada. Ella era así, HONESTA.
Fue médica auditora de la Obra Social de los Bancarios IPS Eldorado, Montecarlo y OSPRERA donde se jubiló. Olga ejerció su cargo con estricta observancia a resguardar los recursos de las obras sociales y fundamentalmente a la protección de los afiliados, tarea de extrema complejidad y conflictividad, que la ejerció con celosa rigurosidad. Ella era así Incorruptible.
En los últimos años, y por motivos de salud, resolvió alejarse del ejercicio de la medicina, indignada con el sistema, el clientelismo de la medicina, el afán de transformar la profesión en un comercio, no toleraba el mercantilismo de la salud. Ella era así, HONORABLE
Cuando caminaba por Eldorado le significaba detenerse a cada paso por un buen día Doctora!, como anda doctora Torossian?, Olguita cómo estás?, Usted atendió a mi papa, Gracias! La tengo que ir a ver; Hola Mi docqui! Recibía incansables muestras de afecto, a veces presentes de las chacras y huertas que llevaba a su hogar. Ella era así, NOBLE.
Tras su partida personas de todas las edades, profesiones, amigos, colegas, desconocidos expresaron sus condolencias y su inmensa tristeza. También algunas historias que revelaron su exquisita profesionalidad y su manera obstinada de humanizar tanto a la medicina como a todos los aspectos de la vida. Ella SERA ASI INOLVIDABLE.
Olguita tenía 83 años al momento de su partida. Su herencia en valores humanos es el tesoro más preciado que puede dejar un ser humano a las generaciones venideras.
Y este es su legado: la virtud del corazón, la honradez como bandera.
18 de septiembre de 1938 – 13 de Marzo de 2021