Según informa el BMJ, el facultativo hizo turnos de 12 horas seguidos en los Servicios de Urgencias varios hospitales sin informar a sus empleadores. Fue llevado hasta el Servicio de Tribunal de Médicos, donde se le juzgó culpable de mala praxis y se le suspendió durante cuatro meses.
El médico admitió que estaba trabajando más tiempo del debido ya que necesitaba mayores ingresos porque su familia estaba creciendo. Pero también repitió continuamente que lo hacía para ayudar a más pacients.
Por tanto, el tribunal afirmó que Hyder actuaba de forma deshonesta y poniendo a los pacientes en riesgo.
